junio 13, 2006

El otro

Oh, cuan ciega hube de estar para no verte existir y tan indiferente para no sentir tu aroma pregnante en mis días, cariño. Ahí estabas tú, siempre lo estuviste, te llamabas él y ahora te llamas otro, pero eres la misma fuente de mis palabras y mis desvelos, eres un otro mismo antes, ahora y en el futuro. El afán de mis chistes ya no es tu indumentaria sino tu cabello rebelde, el verter de mis cartas ya no es tu sonrisa sino la bondad de tus ojos, mis canciones ya no acompañan tu caminar sino tus tardes en el escritorio, nuestras derivas ya no son silenciosas por las calles solitarias sino ebrias de risa por los paseos atiborrados. Eres el mismo, querido y ahora te veo claramente, sin el velo de la angustia y el desorden de la sospecha. Te enarbolas como condición de mis despertares, mis intenciones, mis amores y de mi existencia toda, toda, toda tuya de aquí en más, de aquí hasta mañana, de aquí hasta que leas mi carta y la siguiente y todas las que vendrán en honor tuyo y contigo como sustancia primera de la totalidad de mis pensamientos y mis devenires. Has dado nueva luz a mi sentimiento, has hecho que renazca desde mi manantial de lágrimas y ellas han limpiado mi pasión hasta transformarme en una nueva muñeca para ti, nada más que para ti, cariño mío.

No lo vi y siempre eras tú.

Adorablemente, Antoinette.

5 Comments:

At 14 junio, 2006 10:08, Blogger jorge angel opina...

ha sido un verdadero placer pasearme por tus cartas, ya volveré por acá.

besos

 
At 14 junio, 2006 11:12, Anonymous Anónimo opina...

Estuve leyendo tus cartasy me da pena que nadie me dedique una a mi

 
At 14 junio, 2006 11:42, Blogger ESPERPENTO opina...

Que lindas cartas, pero no te arriesgues a llevarlas en tren, ya ves que puede pasar.
Besos.

 
At 14 junio, 2006 12:28, Blogger Sergio Sánchez opina...

la mejor, b. page

 
At 14 junio, 2006 19:09, Blogger JUAN opina...

Ojala bastara con las palabras. comienzas a plasmarlas y a medida que brotan lo hacen el dolor y las lagrimas tambien. si tan solo bastara con escribirlo, llorarlo, sufrirlo. no, nunca es suficiente. no hay tiempo ni espacio. tan solo nos quedan el silencio, el frio y la soledad. psra que el dia o la noche. cuando no tenemos ni queremos nada, cuando no esperamos nada, cerrar los ojos. nada.

 

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