agosto 27, 2006

C'est fini

Este ha sido nuestro último baile, querido. Nunca sobrarán palabras para decirte todo lo que siento por ti, pero esto ya se ha transformado en un acto autoflagelante. He querido que todo sea flores y música, delirio, idealización, he mantenido mi juego hasta ya no poder... te quiero mucho, más de lo que algún día pueda llegar a expresarte con cartas y buenas intenciones. No puedo alcanzar mi meta, consumir totalmente tu semblante, imposible ha sido desde el principio. Cariño enloquecido, tú, enloquecida completamente, yo. No más.


No acaba con esto mi amor por ti.

Por siempre, Antoinette.

agosto 26, 2006

Cita

Invítame a salir. Estaré en el dintel de la puerta, esperándote, vestida toda de rosa. Usaré la tiara de flores que me regalaste la última vez, usarás el pañuelo de seda azul, hecho con el jirón de mi vestido desbaratado en el salón. Te besaré con sabor a frutillas y responderás con esa mirada inconfundible. Vamos a caminar, vamos a bailar, nos sentaremos otra vez a ver a la gente, imitaremos sus gestos para irritarlos y reírnos, tomaremos café en la terraza, me susurrarás canciones mudas, sonreiré cándidamente, como la primera vez para reconquistarte, para que te fascines con mis temas, con mi rostro, con mis cartas, mis dolores y mis chistes. Fascíname tú de nuevo, haciendo bromas, escribiendo, respondiendo. Bailemos por primera vez como no lo hicimos nunca, demos vueltas sobre el viento, sobre nosotros mismos, giremos hasta quedar embriagados de locura, de armonía, de música, de ti y de mí, cariño enardecido.


Seríamos tan felices…

Ardorosamente, Antoinette.

agosto 25, 2006

All over your skin

Dices que he fundado mi sentimiento en la piel, lejos estás de comprender a quien amo realmente. Ausencia tengo de un par de tardes y otras noches, ausencia de la memoria y el tacto, del calor, del agua. Poseo tanto de ti, que no puedes evitar caer un poco más todos los días, entonces no es a ti a quien escribo, cariño extraviado; en mis letras eres perfecto, atento, danzante, colorido y luminoso, tal como yo. Nuestro fondo es un cielo azul, nuestro gesto es definitorio, nuestro atavío es sublime, somos aire y somos música, nadie puede paralizarnos. Definitivamente, no somos nosotros acá, estamos lejos, lejos de ser quienes deseo que seamos. Tu piel y mi piel son desecho. Reconstrucción de ti, de ti establezco a este otro vívido y a mí, regocijada en tu apariencia tácita, a mí sonriente ante la persistencia de tu rechazo y a ti, querido… a ti indeleble.


Perduraré mientras imagine.

Sempiternamente, Antoinette.


PD: Un caracol ebrio puede ser interfecto o falaz. Duerme caracol, te espero en la banca.

agosto 24, 2006

Soñar es gratis

No padezco, cariño atónito. Todo esto es un frenesí voluntario: tú, mis cartas, mis risas, mis llantos, yo misma no existo. Enloquezco de buena gana en tu recuerdo febril, te llevo de paseo, bailo contigo, me entregas cerezas en la boca, me miras y te devuelvo ojos carentes de ti, felices de ti. Renuncio a nuestra efectividad para no gritar de impotencia, sólo hasta que ya no estés más para tolerar estas letras, ni esté yo para resignarme a tu desidia. La ilusión es propia, me hago cargo de mis actos e intenciones, mientras tenga el vestigio de lo que nunca pasó ni pasará entre nosotros, escribiré incansable sólo por inventar, sólo para recrearte en letras rosadas y apariencias inquebrantables, para inmovilizar esta memoria nostálgica. Si quieres, sufre tú por mí, no estoy ya para esos trances.


No te daño, vienes dañado de fábrica.

Alborozadamente, Antoinette.


PD: Si quisiera, caracol no tendría que esperar sentado.

agosto 23, 2006

Hush, hush

Guarda silencio para resguardarme de la fiesta que haces de mis sentimientos, de tu indolencia, de tu rostro encogido por la perturbación. Nada te cuesta hacer como si nada, cariño impasible, no recojas mis restos si te cuesta, no cargues mis letras pesadas, escucha apenas lo que digo. De ti no quiero existencias, para amar tengo un otro dibujado con tus colores, un otro sonoro y bailable para acompañar mis extravíos, una imagen ajena generada por atrevimiento. De ti no quiero tus letras, ansío sólo tu reverberación, cariño manifestado.


Una ilusión rota es mejor que una ilusión no erigida.

Sigilosamente, Antoinette.


PD: La verdad se refleja en un espejo esplendente enmarcado en caracoles.

agosto 22, 2006

Daño colateral

Fórjame una tiara de diamantes y frutillas, una tiara para recordar tu piel estrellándose en mi pecho, coróname con besos y buenos deseos. “Te quiero, Antoinette” grábalo en mi frente para que todo quien me vea busque en la memoria un pasado más luminoso. Fórjame una tiara tan hermosa como el sueño que he construido, deja que la lleve en alto como símbolo de mi dulce fracaso, de tu presencia distante, de mi inalcanzable fantasía. He establecido que el delirio sea mi desenlace y mi fundación, he establecido que tú no seas más que una imagen en mi cabeza, nada puede herirnos si sólo somos espejismo, no te haré daño, cariño consternado, nada más quiero perpetuar mi voluntad coronada con tu ilusoria indolencia.


Recogeré las astillas de mi corazón para no vulnerarte.

Radiantemente, Antoinette.

PD: Shhh, shhh, caracol no es vulnerable, lleva la tiara por dentro.

agosto 21, 2006

Crash

Sé que no ha sido intención tuya tomar los pedacitos de mi corazón y desecharlos, sacudir mi alma hasta que te sientas en control para evitar la incomodidad, retorcer mi vida a niveles que nunca sospeché. Yo sólo te doy mi cariño ¿es tan terrible eso? Depende mi continuidad de esta construcción, no lo tomes tan a pecho, es el fin y el comienzo de nada, no existe daño ni querría hacerlo jamás. Cariño mío inefable, en pedir no hay engaño, así es que no te sientas obligado, yo no lo hago. Estarás ahí, lo quiera yo o no y estaré junto ti, por mucho que te pese.


Recoge mis añicos y fórjame una tiara.

Fraccionadamente, Antoinette.


PD: Antoinette transfigurada en caracol tiene un caparazón autoregenerable, los proyectiles penetran inútilmente.

agosto 20, 2006

Desilusión

Sé que me muevo inútilmente en círculos; con todo, aún es posible que vea tu rostro en mis sueños, sonriendo, susurrando desde las sombras. Cada vez que oigo tu voz sé exactamente qué significa, sé que no hace ninguna diferencia todo mi esfuerzo invertido, que es apenas halagador para ti… y yo, pensando siempre que tú eres y serás la razón de mi vida… Desilusión es todo lo que me resta ¿cómo podría perdonarnos mientras mi mundo se cae a pedazos? Eres todo lo que he tenido, todo lo que quiero y ahora sólo me queda una montaña de desencanto. Ansiando, persistiendo, cazando fantasmas, he visto tu rostro en algún lugar de mi ventana, adivino que estarás haciendo y no puedo contenerme de llorar a gritos. Algunos dicen que mi herida sanará, pero sé que luego de eso sólo veré otra infame cicatriz. Si alguien presumiera sólo una pizca del amor que siento por ti, sabrían de seguro que hoy la desilusión es lo único que me sostiene. Tú y una profunda desilusión.


No me detestes si no puedo dejar de amarte.

Naufragada, Antoinette

Pd: Caracol se transforma en río para no sucumbir, Antoinette zozobra protegida aguas adentro.

agosto 19, 2006

Será tarde

Luigi Tenco


Tu non hai capito niente
di come sono io
e di come ti amerei di più
se una volta fossi tu a cercarmi.

Tu non hai capito niente
stai lì ad aspettare
devo sempre essere io
il primo a chiedere l'amore.

Poi appena ti stringo
una mano tra le mani
allora tutto cambia
tu diventi uguale a me
ma è già un'altra cosa
non è più la stessa cosa
è il primo passo
che vorrei date.

Tu non hai capito niente
ma forse capirai
quando un giorno
mi sarò stancato
di te che aspetti sempre
e quel giorno
ti farò aspettare
inutilmente.



Un día me cansaré.

Abrumadamente, Antoinette

agosto 18, 2006

Guide me home

Ahora que las circunstancias han ocultado mi objetivo, ya que el aroma de todo este tiempo ha renunciado a mi piel, debo abandonarme a tu recuerdo, me obligo a reposar en tus labios inalcanzables, quiero perderme en tu fugacidad. ¿Quién me encontrará? ¿Quién podría alguna vez guiarme? Si ya estoy alejada de la posibilidad ¿qué otra cosa puedes hacer? Mantente a mi lado y cuida de mí, llévame de vuelta al que fue mi hogar, a donde pertenezco, a ti una vez más. Mi fuerza está anulada y la necesito tanto, si no puedes salvarme, abandóname a este destino, pero siempre de la mano, muéstrame tu huella… ¿de qué otra manera puedo seguir si no es así?


No estoy perdida si estás aquí.

A la deriva, Antoinette


Pd: Quisiera saber si mi imagen de cariño es un mismo caracol y por cuales laberintos anda ahora.

agosto 17, 2006

Don’t pity me

Otra vez yo y otra vez tú con cara de circunstancia, te lamentas de todas las que no te amaron y sin embargo me tienes en la cuerda por voluntad. Que ¿qué puedes hacer por mí?, nada de lo que quiero realmente puedes. Quédate ahí como estás en mis delirios, todo resplandeciente, dispuesto, presente sólo para mí, distante del mundo que te rodea efectivamente. Déjame ser la dueña de tus dolores, la causante de tus afectos y no me mires mal, no pongas esa expresión lastimera, no soy un perrito abandonado, soy todo lo que quiero ser y tú eres todo lo que quiero que seas. Incansable, me visto de quimeras, con estrellas cercanas y tu realidad, lejos, lejos de mí. No quiero tu compasión para ti ni para mí, si algo has de darme es todo tu cariño y un silencio cortés para acompañar mis eternas cartas imposibles.


Aquí estoy, aquí estaré.

Empecinadamente, Antoinette.

agosto 16, 2006

Impostor

Hoy mi voz habla por otra voz, no sale de mí, pero la empatía me dicta que no puedo hacer otra cosa más que transmitirlo como se me ha revelado: "No sabes cuánto me arrepiento de haber actuado como lo hice. Aunque no me amaste, te preocupaste por mí y yo abuse de eso. Esta habitación ha perdido sus colores y es fría y tenebrosa desde que entendí que te he perdido, tanto que ya hasta tus recuerdos se han alejado de mí. No encuentro la manera de pedirte perdón, de rogarte que no me saques de tu vida, que me gustaría ser parte de tu nuevo ciclo y ayudarte a construir nuevos cimientos. Prefiero verte en la distancia que verte de cerca con una muralla de odios, rencores y miles de resentimientos. Por favor, te pido que me perdones y aun si no es recíproco mi sentimiento, al menos no me quites esto que había entre nosotros dos…


¿No puede ser todo como antes?

Arrepentida, Antoinette"

agosto 15, 2006

Tonto mini blues

Dudú dududú, yo era una chica simple, dudú dududú, hasta que te conocí, dudú dududú, mis días fluían planos, dudú dududú, mi hábito era gris. Dudú dududú, de pronto tras la puerta, dudú dududú, tu figura sorprendí, dudú dududú, ya no me falta el aire, porque estás metido en mí. Mi mini blues. Ooooh, mi tonto mini blues. No sé que hacer si tú no estás, sola como estoy… te prefiero inventar. Dudú dududú, me has menospreciado, dudú dududú, aunque te elogié, dudú dududú. Preguntas sin respuesta, dudú dududú, mueren en mi café. Dudú dududú, si el cansancio aparece, dudú dududú, de amarte no dejaré, dudú dududú, puedo cantar sin pensarlo. No, no, no me rendiré. Mi mini blues. Ooooh, mi tonto mini blues. Con champán y frutas frescas, mentiré pa’ que aparezcas. Ooooh, yeah, mini blues, dubi dubi duuuu.


¿Te queda claro?

Dudú dududú, Antoinette.

agosto 14, 2006

¡Aguante, Antoinette!

Me parece que tengo un vacío de palabras, ya no sé que decir ni porqué. Veo el despropósito de todo esto y estoy al tanto que apunto a un blanco imaginario, que es muy probable que el desgaste no valga la pena. Estoy hablando sola frente a un espejo fracturado que refleja sólo lo que quiero ver entre sus trizas. Si hablo de canciones y espejismos y frutillas, es nada más para rellenar con encanto y parsimonia el espacio desierto que habita mi mente deshecha de ti; levanto una escenografía perfecta de tardes soleadas y pajaritos para no tomar la responsabilidad de tu mirada radical. ¿Qué más podría hacer, cariño, sino vestirte de mis antojos? De miel y de café, de humo y de música, de la ilusión de tu inminencia. Nada más puedo hacer, nada más que consolarme en el establecimiento disimulado de tu presencia y la proximidad de mi lejanía.


Y te quiero igualmente ¿lo puedes creer?

Permanentemente, Antoinette.

agosto 13, 2006

Rewind

No puedo dejar de amarte, ya lo he decidido, viviré en el recuerdo de tiempos menos solitarios. Sé que es inútil decirlo y mi ansia es más poderosa que tu indiferencia, así es que fundaré otra vez mi historia en anhelos pasados, en esas horas felices que alguna vez conocimos, tan lejanas ya, que puede que me hagan entristecer. Se supone que el tiempo y la distancia curan estas heridas, pero ¿qué hago yo si estoy lejos de ti? No quiero pensar ese día en que me digas “ya no más” y si llegara, cerraré los ojos y cantaré bajito sólo para mí, para recordar instantes inventados, para configurarte con sonrisas y regalos, con caricias escondidas, con besos robados. No quiero mirarte así, tan real, tan imperturbable, te prefiero en mis fotos, transformando tu indolencia en colores y tus miedos en voluntad.


De plata y de papel te elaboro.

Infructuosamente, Antoinette.

agosto 12, 2006

I do

Cariño, sí quiero, no puedo detener este flujo sólo porque me di de cabeza contra la muralla. Acicalaré las heridas y me pondré los zapatos de tacón, para nuevamente despojar a la realidad de la huella de tu desprecio. Que te quiero, que te quiero, que no me puede importar menos el que no me devuelvas la mirada. Que te levanto otra vez con trajes y charoles y paseos del brazo y canciones y cerezas. Mañana seré la misma que he sido y tú serás el mismo que he construido, brillante, adorable, indiferente como eres, perdido en mi realidad efectiva, recuperado en el despropósito de mis cartas. Para eso estamos, para adornar con intenciones esta ficción tan verosímil.


Tengo un nuevo labial de frutilla y no te doy.

Resueltamente, Antoinette.

agosto 11, 2006

Senza maschera

Lo imposible no es qué tú no sepas, lo imposible es que nunca seré suficientemente buena para ti. Es que he sido muy cristalina como para dejarte acariciar mis cicatrices y comprobar así que no soy todo lo rubia, delicada y encantadora que podría ser. Lo imposible está en que ha pasado mucha agua bajo el puente y la implacable suposición de que nada en mí está encubierto arrebata toda eventualidad de concreción. Yo supongo que es justo este merecimiento, aunque de seguro existen espacios residuales que no han sido conquistados, pero imposible es también que quieras acceder a ellos. La desolación no es presente porque la expectativa no era otra, pero sí duele sentir desplomarse las esperanzas inscritas en mi voluntariosa sed de ti, en la imagen que instituí a partir de ti. Ahora trato de restaurarte desde mi real y no sé si pueda. No sé si quiera.


¿Me querrías más con maquillaje?

Translúcidamente, Antoinette.

agosto 10, 2006

Done

¿Y ahora qué hago si te he coronado con frutas y has arrojado la aureola al lodo? ¿Qué hago con esta construcción de brillantes, de labiales, de champaña, de letras imposibles? Está en evidencia toda mi puesta en escena, ahora a duras penas sostengo los pilares de mi idealización sin maquillaje, sin peinado y sin fresas, sin trajes, sin charol, sin bailes, sin sueños, sin lunas, sin estrellas, sin canciones, sin lluvia, sin tardes, sin siestas, sin paseos, sin ese otro que hice para mí, sin ti. ¿Qué hago sin una envoltura rosada? De verdad mi objetivo es la imposibilidad y la esperanza es voluntaria. ¿Que qué hago? Escribo y te construyo de nuevo, me sostengo en las fricciones entre mi ficción y tu real, en tu sombra y en mi delirio. Te he creado a medida y sin molde, tu singularidad me mantendrá viva a perpetuidad.


Te quiero más de lo que me podrías volver a querer.

Aligeradamente, Antoinette.

agosto 09, 2006

Coro de Benjamines

Me erijo nuevamente ante el encanto de tu voz lejana, un ruido blanco que me deja en trance con los ojos entornados y las manos interpelando tu toque. Te contemplo inmóvil transfigurado en un otro de mí. Querido, he elaborado un verosímil de flores plásticas para que existas y para permitirme existir, sin embargo nada más tengo en concreto tu voz y la sombra de lo que eres realmente. De mí tengo la voluntad y te la regalo si quieres, te la cedo si me procuras un minuto de eterno goce sensible, de caminatas, de siestas, de comidas, de películas, de ti y de mí abrazados, de ti y de mí mirándonos los ojos, de ti y de mí… no puedo recuperarlo, así es que quiero tu voz, la quiero todavía extática, quiero tu reflejo por inalcanzable que sea, pero ante todo, cariño, anhelo el retorno de la manifestación irrepetible de tu lejanía por cercana que pueda estar.


Tengo para ti una aureola hecha de cerezas en guirnalda.

Aurática, Antoinette.

agosto 08, 2006

Cantas

Susurras la canción en mis oídos, siento desvanecerse mi voluntad, ya no soy quien era. Me transformas en tu letra, en tus delirios, soy quien aspiras que sea, la dueña de tus pensamientos, el aire que respiras, tu arrojo, tu risa y tu llanto. Te apoderas de mi nombre y de mis ojos, mientras acaricias suavemente mi pelo con tu aliento. Retiro por completo mis barreras y te digo que sí, que sí, cariño. Que fustigues mi indolencia, que nunca más provocará indiferencia una ausencia tuya, que ya no despreciaré la palabra de exquisita redundancia. Y de repente caigo, me devuelvo en la tangencia y me estrello contra ella, no es tu canción la que escucho, es aún la mía. Me estrello y me levanto. Es tu canción nuevamente. Crónicamente.


Cantaré yo por los dos.

Reverberante, Antoinette.

agosto 07, 2006

Baile de salón

Del recuerdo he fabricado un vestido largo de seda azul y zapatos cubiertos de brillantes listos para bailar. Tú en mi salón, de traje y charol, con un cigarrillo en la mano esperas en la esquina a que deje de hacerme la interesante y te lance la mirada que esperas. De la música siempre te has encargado tú, estoy segura, así es que me doy por vencida ante el requerimiento. Explotan mis ojos en los tuyos y con grácil movimiento te acercas a mí para robarme la cintura y escurres la seda por todo el lugar. Si es siguiendo un ritmo, siempre hemos sido la mejor pareja, me llevas como si fuera una extensión de tus brazos, no puedo dejar de reír y girar, te hago feliz y me llevas al cielo. Baila, baila, cariño, todavía hay pasos que no conocemos, intuyamos como niños, dejémonos caer y levantarnos otra vez, no hagas caso del resto, estamos solos los dos en mi salón y por favor no paremos hasta que acabe la canción, mi canción compuesta para ti y par los dos.


Haz de mí tu cadencia y haré contigo mi armonía.

Eurítmica, Antoinette.

agosto 06, 2006

Pic

Cariño, cariño, cariño mío. Otra vez la lluvia y otra vez tú. Has llegado con presentes, todos con moños rosas y papel de seda azul. Había frutillas, champaña, discos y una foto. En ella aparecemos los dos de espalda, enfrentando el agua. Yo con la cabeza torcida hacia ti, por supuesto, indagando tus ojos. Tú con la cabeza gacha, buscando no sabes qué. Y luego me encontraste y me perdí. Te encontré mucho después, ahora, a destiempo. La imagen latente de nuestra historia quedó paradójicamente revelada en su inauguración. Te has devuelto con los moños, las frutillas y el champaña. Me he quedado con el papel, la música y el cuento desfasado, destemplándose el agua en la ventana y otra vez tú inmanente en mis letras, cariño, cariño, cariño mío.


La imposibilidad es mi único motivo.

Potencialmente, Antoinette.

agosto 05, 2006

Propio

No es que estuviste y ya no estás. No es que alguna vez fuimos y no te dejo ir. Es que siempre has estado y a la vez no. Es que te configuro a gusto. Es que tu molde no importa. No estoy abrazada a un recuerdo, estoy construyendo nuestra memoria siempre de ahora en adelante. No existías ayer, hoy sí y mañana quién sabe. Es sólo que doy vueltas en círculos, buscando el exacto acomodo. Me acomodas de tal forma, de esta y así es que establezco tu presencia. Me importa poco si no avanzo, al final de cuentas, cariño mío imposible, es mi empresa, contigo incluido, pero mía, nada más mía. En la próxima quizás sea yo tu propósito.


Te ambiciono y te decido lejos. Mañana quién sabe.

Proyectualmente, Antoinette.

agosto 04, 2006

No hay espejo

No existe otra forma. Simplemente reconstruyes todas las imágenes que hago de ti y que intento derrocar para no volverme más loca. No hay caso, eres todo eso que anhelo que seas, aún si no estás jamás. Finalmente tengo de ti lo quiero tener, todo el resto no me corresponde sólo porque la decisión de tu presencia es ritual, porque te he erigido como mi fetiche y el placer es dado cuando menciono tu nombre, cuando rearmo tus ojos, cuando confundo la realidad con eso que eres, cariño. Puedo romper todos los espejos del mundo, pero ahí estarás perpetuo justo frente a mis ojos.


No consigo evadirme de ti.

Virtualmente, Antoinette.

agosto 03, 2006

Interrupción

Hoy no sé que hacer contigo. He roto todos mis espejos para no verte en mis ojos, para no buscarte en mi sonrisa. Quiero un espacio de suspensión, necesito sobrealienarme para no aspirar a tus palabras, a tu aliento, a tu toque, para reposar dos minutos, tres, no más.


Mañana seré la misma.

Interrumpida, Antoinette.

agosto 02, 2006

Whatever

Quedo en mi habitación y no hago más que comer, dormir y escribir. Estás constantemente en mi cabeza y me permites construir el mundo en todas mis letras, cómo te quiero, cariño mío. No te lo imaginas, no te cabe en la extensión de tu pequeña mirada. No entiendes la forma, no entiendes el contenido, no entiendes el concepto, no ves y me importa poco. Ya sabes, no soy una chica exigente. Ves como sólo me contento con sentirte en mi aire, con sospechar tu piel en mi piel, con erigir tu figura en mis espejismos. Quisiera más, es cierto, pero cuando eso pase morirías junto conmigo y lejos deseo tu irrealidad. No quiero cerrar este círculo aún. Me domina la idealización que he hecho de ti y a ella rindo mi vida. Luego a ti. Luego, lo que sea.


Merodea, merodea, merodea.

Austeramente, Antoinette.

agosto 01, 2006

La niña No

No te abandonaré, no dejaré de pensarte, de quererte, de imaginarte, a pesar de tu ausencia. No dejaré que la realidad me carcoma, no permitiré que nuestro amor se disuelva en el agotamiento. No dejarás de habitar mi mente por más que te empeñes en abandonarla, sólo porque no te lo permito, cariño mío. No, no, no, porque tu presencia alucinante es lo que me mantiene viva, te alojarás en mi mente para caminar, para besar, para bailar, para cantar, para alimentar estas letras y lo que represento, para ser más rubia y más cursi, más boba y más chic. Para no dejarme caer desde tan alto. Y si caigo ahí abajo estarás para sostenerme.


Desisto de la existente gravedad.

Decidida, Antoinette.